Solodolor
Los Natas se despachan con un álbum de rarezas y covers.
La historia de Los Natas cuenta con varias perlas que hacen del grupo una especie única: sus discos son editados internacionalmente, tanto en CD como en vinilo, y giran asiduamente por Europa entre otros grandes logros. Además, son de las pocas bandas que se mantienen constantemente en movimiento sobre todo en el ámbito discográfico (teniendo en cuenta que la mayoría de los grupos tardan entre tres y cuatro años en sacar álbumes nuevos).
Luego de Nuevo orden de la libertad (2009), el trío integrado por Sergio Ch en voz y guitarra, Gonzalo Villagra en bajo y Walter Broide en batería entrega ahora un disco que se puede dividir en tres partes: los cuatro temas con invitados, los dos firmados sólo por Los Natas y los tres en que Solodolor toma la posta (allí a Sergio Ch se le suman el bajista Billy Anderson, el cantante Topo Armetta y el baterista Gustavo Rowek).
El comienzo con Ricardo Iorio poniéndole su voz a “El ass de espadas”, la castellanizada versión de “Ace of spades” de Motorhead, golpea directamente en los nervios. Boom Boom Kid suma su punky en “No time” de los californianos T.S.O.L y a partir de “I don´t mind the pain” de Danzig comienza el rock stoner al que Los Natas nos tienen acostumbrados. También hay espacio para una nueva mirada sobre clásicos propios como “Rutation, naciste así” y “Soma”, que se convierte en una de las más destacadas del álbum.
A mitad del disco, el Topo Armetta se acopla al trío en los covers enganchados de “Thumb” y “Green Machine”, ambos de Kyuss y luego vuelve a cantar en los temas de Solodolor. En esas canciones predomina un sonido más pesado, lindante con el metal tal como lo demuestran “Sunday Horse” y “The battle of Mocha Poo”. Sin embargo, el cierre con “La balada de Solodolor” sorprende por su introspección y tranquilidad aunque nunca pierde el pulso rockero.
Luego de Nuevo orden de la libertad (2009), el trío integrado por Sergio Ch en voz y guitarra, Gonzalo Villagra en bajo y Walter Broide en batería entrega ahora un disco que se puede dividir en tres partes: los cuatro temas con invitados, los dos firmados sólo por Los Natas y los tres en que Solodolor toma la posta (allí a Sergio Ch se le suman el bajista Billy Anderson, el cantante Topo Armetta y el baterista Gustavo Rowek).
El comienzo con Ricardo Iorio poniéndole su voz a “El ass de espadas”, la castellanizada versión de “Ace of spades” de Motorhead, golpea directamente en los nervios. Boom Boom Kid suma su punky en “No time” de los californianos T.S.O.L y a partir de “I don´t mind the pain” de Danzig comienza el rock stoner al que Los Natas nos tienen acostumbrados. También hay espacio para una nueva mirada sobre clásicos propios como “Rutation, naciste así” y “Soma”, que se convierte en una de las más destacadas del álbum.
A mitad del disco, el Topo Armetta se acopla al trío en los covers enganchados de “Thumb” y “Green Machine”, ambos de Kyuss y luego vuelve a cantar en los temas de Solodolor. En esas canciones predomina un sonido más pesado, lindante con el metal tal como lo demuestran “Sunday Horse” y “The battle of Mocha Poo”. Sin embargo, el cierre con “La balada de Solodolor” sorprende por su introspección y tranquilidad aunque nunca pierde el pulso rockero.
Preciado por fans y coleccionistas, Solodolor representa una rareza con varias perlas que justifican su inclusión en la discografía de Los Natas.
Christian Alliana para http://www.elbondi.com/
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