Para los fieles
A mediados de los noventa, bandas británicas como Blur y Oasis se robaron casi todo el centro de atención de la prensa mundial, dejando un tanto relegado a grupos como The Cranberries. Es que si bien este grupo irlandés gozó de un gran pico de popularidad allá por 1995, con el correr de los años su llama se fue apagando hasta el
impasse definitivo de 2002. Sin embargo, a fines del año pasado se volvieron a reunir y encararon una gira mundial que ahora los trajo por primera vez a la Argentina.
En la tormentosa noche del viernes, el Luna Park era un hervidero gracias a la humedad imperante y al calor de la gente que estaba ansiosa por ver al conjunto liderado por la cantante Dolores O´Riordan. Apenas pasadas las nueve y media, la banda a pleno arrancó el show con “How” y “Animal Instinct” ante la efervescencia del público que en “Linger” empezó a encontrar lo que fue a buscar: los hits que llevaron a Cranberries al éxito.
Los irlandeses (Mike Hogan en bajo, Noel Hogan en guitarra y Fergal Lawler en batería) mostraron en todo momento un excelente manejo de los climas pudiendo convertirse en una máquina pop (como en “Wanted”) o simplemente susurrando un lento como “You and me”. Sin dudas, Dolores O´Riordan es la que lleva las riendas en el escenario, aportando carisma y una técnica vocal envidiable que maneja a la perfección. Puede ser dulce en baladas como “When you are gone” pero también puede apoderarse del espíritu salvaje del punk en la agresiva “Salvation”, una de las más festejadas de la noche.
Si bien la puesta en escena fue más que austera, Cranberries priorizó el poder de las canciones y no se equivocó, ya que tuvo en todo momento al público de su lado. Aún los dos temas del período solista de O´Riordan (“Ordinary day” y “The journey”) fueron bien aceptados aunque obviamente los clásicos fueron los que se ganaron la ovación final. Es que en la noche del Luna, no faltaron ni “Ode to my family” ni la impresionante potencia de “Zombie”, que no tuvo nada que envidiarle al reciente paso de Metallica por nuestro país. El cierre llegó con “Promises” y “Dreams” luego de poco más de una hora y media de show.
En la escala sudamericana de su gira reunión, The Cranberries demostró en el Luna Park estar en un excelente momento, con clásicos inolvidables y un show bien ajustado que los revalida como una de las grandes bandas de los noventa.
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