Condicionando al destino
La suma de grandes canciones, buenas letras y rock maduro da como resultado el tercer disco de Percobarocho.
Diez años pasaron desde la formación de Percobarocho en la ciudad de Avellaneda y luego de dos discos en el camino, en este 2010 editaron Condicionando al destino cuya portada y arte interior homenajea al histórico Bar El Progreso de Barracas. Además el packaging se destaca por tener la posibilidad de convertirse en almanaque y contener una completísima ficha técnica, además de las letras.
En el plano musical, la banda integrada por Fernando Rimmaudo en voz y guitarra, Martín Rodríguez Monti en guitarra, Gonzalo Zapata en bajo, Matías Dhers en armónica, Anibal Buonarcorso en teclados y Facundo D´Angelo en batería hace hincapié en un rock sólido, en algunos momentos crudo y en otros más tranquilo. Pero si hay algo que nunca desaparece en los doce temas del álbum es el cuidado por la canción, destacándose así las melodías y la función de cada instrumento.
El álbum arranca a toda máquina con el riff de “Sin rumbo” y un interesante trabajo de guitarras. “Guardianes de turno” sigue ese camino con una buena línea melódica en la voz y el agregado de la armónica junto al piano. En “Nada” aparece un aire más denso acentuado por la voz de Anibal Buonacorso y los coros casi líricos que aporta la invitada Joana Gieco mientras que Matías Dhers se pone al frente del micrófono en “Así es la vida” y coquetea con un fraseo cercano al rap.
Percobarocho también muestra su costado sensible en temas como “El progreso”, dedicado al bar homónimo, y “Vacíos conocidos”, una canción ideal para que las chicas se suban a los hombros de conocidos y extraños en cada show del grupo. En “Brazos equivocados” los vientos formados por Franco Boroccioni en saxo tenor y Lucas Colamussi en trompeta suman potencia mientras que en “Para todos” y “Tu mundo” los arreglos de cuerdas imprimen tensión y acompañan de manera épica el cierre del disco.
En el plano musical, la banda integrada por Fernando Rimmaudo en voz y guitarra, Martín Rodríguez Monti en guitarra, Gonzalo Zapata en bajo, Matías Dhers en armónica, Anibal Buonarcorso en teclados y Facundo D´Angelo en batería hace hincapié en un rock sólido, en algunos momentos crudo y en otros más tranquilo. Pero si hay algo que nunca desaparece en los doce temas del álbum es el cuidado por la canción, destacándose así las melodías y la función de cada instrumento.
El álbum arranca a toda máquina con el riff de “Sin rumbo” y un interesante trabajo de guitarras. “Guardianes de turno” sigue ese camino con una buena línea melódica en la voz y el agregado de la armónica junto al piano. En “Nada” aparece un aire más denso acentuado por la voz de Anibal Buonacorso y los coros casi líricos que aporta la invitada Joana Gieco mientras que Matías Dhers se pone al frente del micrófono en “Así es la vida” y coquetea con un fraseo cercano al rap.
Percobarocho también muestra su costado sensible en temas como “El progreso”, dedicado al bar homónimo, y “Vacíos conocidos”, una canción ideal para que las chicas se suban a los hombros de conocidos y extraños en cada show del grupo. En “Brazos equivocados” los vientos formados por Franco Boroccioni en saxo tenor y Lucas Colamussi en trompeta suman potencia mientras que en “Para todos” y “Tu mundo” los arreglos de cuerdas imprimen tensión y acompañan de manera épica el cierre del disco.
En Condicionando al destino Percobarocho demuestra que es posible hacer rock con buenas melodías, letras interesantes y un buen trabajo de producción.
Christian Alliana para www.elbondi.com
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