2 HuecosGran Martell se aleja un poco de su veta experimental e incursiona en canciones más convencionales pero con la clásica búsqueda que propone el trío.
Cuando en 2005 Gran Martell sacó su primer disco, hubo un pequeño revuelo en la escena ante la propuesta de la banda ya que su sonoridad y la “huida sistemática del cuatro por cuatro”, como ellos mismo lo llamaron, no eran moneda corriente en nuestro rock. Unos años después, el grupo integrado por Jorge Araujo en batería, Tito Fargo en guitarra y Gustavo Jamardo en bajo vuelve a la carga con un álbum más tradicional pero con un estilo que ya le es propio.
La viola furiosa y distorsionada junto al bombo en negras de “Tango griego” son el puntapié inicial que luego desemboca en un puente con un ritmo realentado. “Tragamonedas” tiene largas partes instrumentales y la guitarra de Fargo se destaca en todo el disco por sus efectos, como en “Palomo al corral” en donde también se conjugan las voces de Araujo y Jamardo.
“2 huecos” es la más radiable, si es que hay lugar para esta palabra en el diccionario de Gran Martell, gracias a un sonido más fresco y las repetitivas notas del bajo. En “A ver”, la banda saca a relucir su costado experimental, agregando vetas industriales, y le da paso a “Famosa vena” que gracias a un limpio rasgueo de viola divide al tema en dos para terminar con una mini zapada rockera. Y esta faceta setentista continúa en “Empetrolado”, quizás lo mejor del disco, en donde la pluma conjunta del guitarrista y el baterista se muestra más original. En el final, una canilla abierta anuncia el instrumental “Gotas frías” interpretado únicamente por Tito Fargo.
La viola furiosa y distorsionada junto al bombo en negras de “Tango griego” son el puntapié inicial que luego desemboca en un puente con un ritmo realentado. “Tragamonedas” tiene largas partes instrumentales y la guitarra de Fargo se destaca en todo el disco por sus efectos, como en “Palomo al corral” en donde también se conjugan las voces de Araujo y Jamardo.
“2 huecos” es la más radiable, si es que hay lugar para esta palabra en el diccionario de Gran Martell, gracias a un sonido más fresco y las repetitivas notas del bajo. En “A ver”, la banda saca a relucir su costado experimental, agregando vetas industriales, y le da paso a “Famosa vena” que gracias a un limpio rasgueo de viola divide al tema en dos para terminar con una mini zapada rockera. Y esta faceta setentista continúa en “Empetrolado”, quizás lo mejor del disco, en donde la pluma conjunta del guitarrista y el baterista se muestra más original. En el final, una canilla abierta anuncia el instrumental “Gotas frías” interpretado únicamente por Tito Fargo.
En 2 huecos, el heterodoxo-power trío conocido como Gran Martell, sigue dando muestras de su exploración sonora aunque esta vez la búsqueda vaya por un camino un poco menos experimental que su disco debut. Aún así, la originalidad es la que manda y encuentra a Gustavo Jamardo, Jorge Araujo y Tito Fargo con un largo camino por recorrer.
Christian Alliana para www.elbondi.com
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