Escrito en el viento
En su segundo disco, Yalo López presenta canciones que siguen explorando la línea del más auténtico blues.
A principios de la década del `90, había una banda con muy buenos músicos (entre ellos Miguel Vilanova) que tocaba blues con gran calidad y que llegó a ser soporte de B.B King en sus visitas a nuestro país. Ese grupo era Durazno de Gala y Yalo López fue su bajista y cantante hasta la disolución del mismo en 1994. Luego, hubo que esperar más de diez años para que, finalmente en el 2005, Yalo sacara su primer trabajo como solista y ahora aparezca nuevamente con otro material 
denominado “Escrito en el viento”.
“Después de la tormenta” abre el juego de modo instrumental, y la guitarra acústica de López suena solitaria con el acordeón de Matías Martinelli como colchón, para que después ingrese toda la banda, es decir, Agustín Goett en bajo y los ex Durazno de Gala, Hugo Mangieri en batería y Daniel “Pato” Altieri en piano. En “Ultimo vuelo”, la voz de Yalo toma un registro similar al de El Soldado, quien prestó su sello para que Escrito en el viento pueda ser editado.
“Un deja vu” es el típico blues sensual digno de puticlub en donde la viola es la que manda punteando sobre el teclado agudo de Fernando Form. El cuarto track es el que le da nombre al disco y es una triste canción desértica ideal para un viaje en solitario por esos paisajes rocosos de nuestras rutas. En la misma onda melódica se encuentra “Amor anónimo”, que tal como su nombre lo indica, es un canto al amor con frases dignas de un auténtico gentleman (Me conformaría / sólo con saber / que en tus pensamientos / puedo estar alguna vez)
“Paraíso virgen” cuenta con la participación de Miguel Vilanova, quien además de ser coautor del tema, da cátedra en el uso del lap steel y da paso a otro ex Durazno de Gala. Víctor Hamudis que presta su voz con tintes souleros en “Back to the dreams” y “Lights”, cantadas netamente en inglés.
denominado “Escrito en el viento”.“Después de la tormenta” abre el juego de modo instrumental, y la guitarra acústica de López suena solitaria con el acordeón de Matías Martinelli como colchón, para que después ingrese toda la banda, es decir, Agustín Goett en bajo y los ex Durazno de Gala, Hugo Mangieri en batería y Daniel “Pato” Altieri en piano. En “Ultimo vuelo”, la voz de Yalo toma un registro similar al de El Soldado, quien prestó su sello para que Escrito en el viento pueda ser editado.
“Un deja vu” es el típico blues sensual digno de puticlub en donde la viola es la que manda punteando sobre el teclado agudo de Fernando Form. El cuarto track es el que le da nombre al disco y es una triste canción desértica ideal para un viaje en solitario por esos paisajes rocosos de nuestras rutas. En la misma onda melódica se encuentra “Amor anónimo”, que tal como su nombre lo indica, es un canto al amor con frases dignas de un auténtico gentleman (Me conformaría / sólo con saber / que en tus pensamientos / puedo estar alguna vez)
“Paraíso virgen” cuenta con la participación de Miguel Vilanova, quien además de ser coautor del tema, da cátedra en el uso del lap steel y da paso a otro ex Durazno de Gala. Víctor Hamudis que presta su voz con tintes souleros en “Back to the dreams” y “Lights”, cantadas netamente en inglés.
Escrito en el viento es un disco corto, de tan sólo ocho temas, que en treinta minutos muestra una mezcla de blues y baladas lentas en donde la guitarra es la protagonista y que, además, reúne a todos los músicos de Durazno de Gala, ex banda de Yalo López.
Christian Alliana para www.elbondi.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario