El comienzo potente de “Sin alas” marca un poco el concepto del álbum, con violas entrecortadas, el bajo y la batería bien pegados y la voz rota de Limón desgranando cada palabra. En la rockera “Volveré” se hace presente el teclado de otro Bersuit, Juan Subirá, pero que realmente se luce en el tema que le da nombre a este trabajo, “Si hay”, apoyado también en el aporte tanguero de Patricio Bonfiglio con su bandoneón.
“Sombras” contiene unos arreglos interesantes (con Mauro Sarachian en chelo) que la hacen musicalmente la más arriesgada de los once tracks. El repique de batería a cargo de Diego Leroux inicia la bella “Solcito” en una interpretación más que tierna de parte de Limón junto a la exquisita guitarra acústica de Pepe Céspedes, quien luego aporta toda la solidez de su bajo en “Idiota”, un oscuro grunge que se descomprime en los estribillos.
“Huele a libertad” afirma la potencia de Vía Varela y se complementa con el costado cancionero que dejan ver en “La farolera”. A su vez, “Cata” acerca un poco de modernidad seguida de “Suerte” en donde se destaca un buen trabajo en las violas de Facundo López Burgos y Marcelo Molinari antes del denso final de “Ya se fue”, comandado por el pesado bajo de Juan Manuel Quiróz.