Si Hay..
Cuarto disco para Via Varela, nuevamente con la producción de Pepe Céspedes y Oscar Righi de Bersuit.
Nacida en 1990 en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, Vía Varela ha atravesado varios cambios de formación y parates indefinidos. Sin embargo, desde la edición de Picado Grueso en 2005 la banda ha vuelto al ruedo comandada como siempre por el carismático Limón García, ex integrante de Bersuit en el período 1996-1998. Y precisamente en esta ocasión los bersuiteros Pepe Céspedes y Oscar Righi se hacen cargo de la producción, como ya ocurriera con el disco anterior. Desde el diseño de tapa, caracterizado por un árido terreno en el que se asoma una planta y los puntos suspensivos del título, la apuesta parece venir por el lado de la incógnita pero ésta se revela en el primer track.
El comienzo potente de “Sin alas” marca un poco el concepto del álbum, con violas entrecortadas, el bajo y la batería bien pegados y la voz rota de Limón desgranando cada palabra. En la rockera “Volveré” se hace presente el teclado de otro Bersuit, Juan Subirá, pero que realmente se luce en el tema que le da nombre a este trabajo, “Si hay”, apoyado también en el aporte tanguero de Patricio Bonfiglio con su bandoneón.
“Sombras” contiene unos arreglos interesantes (con Mauro Sarachian en chelo) que la hacen musicalmente la más arriesgada de los once tracks. El repique de batería a cargo de Diego Leroux inicia la bella “Solcito” en una interpretación más que tierna de parte de Limón junto a la exquisita guitarra acústica de Pepe Céspedes, quien luego aporta toda la solidez de su bajo en “Idiota”, un oscuro grunge que se descomprime en los estribillos.
“Huele a libertad” afirma la potencia de Vía Varela y se complementa con el costado cancionero que dejan ver en “La farolera”. A su vez, “Cata” acerca un poco de modernidad seguida de “Suerte” en donde se destaca un buen trabajo en las violas de Facundo López Burgos y Marcelo Molinari antes del denso final de “Ya se fue”, comandado por el pesado bajo de Juan Manuel Quiróz.
El comienzo potente de “Sin alas” marca un poco el concepto del álbum, con violas entrecortadas, el bajo y la batería bien pegados y la voz rota de Limón desgranando cada palabra. En la rockera “Volveré” se hace presente el teclado de otro Bersuit, Juan Subirá, pero que realmente se luce en el tema que le da nombre a este trabajo, “Si hay”, apoyado también en el aporte tanguero de Patricio Bonfiglio con su bandoneón.
“Sombras” contiene unos arreglos interesantes (con Mauro Sarachian en chelo) que la hacen musicalmente la más arriesgada de los once tracks. El repique de batería a cargo de Diego Leroux inicia la bella “Solcito” en una interpretación más que tierna de parte de Limón junto a la exquisita guitarra acústica de Pepe Céspedes, quien luego aporta toda la solidez de su bajo en “Idiota”, un oscuro grunge que se descomprime en los estribillos.
“Huele a libertad” afirma la potencia de Vía Varela y se complementa con el costado cancionero que dejan ver en “La farolera”. A su vez, “Cata” acerca un poco de modernidad seguida de “Suerte” en donde se destaca un buen trabajo en las violas de Facundo López Burgos y Marcelo Molinari antes del denso final de “Ya se fue”, comandado por el pesado bajo de Juan Manuel Quiróz.
Vía Varela alcanza en Si Hay un muy buen disco, con una cuidada producción y un sonido notable que seguramente le traerán muchos beneficios a la banda liderada por Limón García.
Christian Alliana para www.elbondi.com
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