No duermas mas
Se reinauguró la casa donde murió Luca Prodan y hubo recitales de Ismael Sokol y Romapagana, además del descubrimiento de una plaqueta con algunos políticos invitados.
Rara. La sensación de ver a políticos del PRO homenajeando a Luca Prodan, el líder de Sumo fallecido en 1987, es rara. Si el hombre que cambió buena parte de la cultura rock argentina pudo mirar, esté donde esté, el descubrimiento de una plaqueta en su honor en manos del Ministro de Educación porteño, Hernán Lombardi, seguramente no pudo creer semejante situación. Y no solo eso, porque a la reinauguración de la casa donde el italiano pasó sus últimos días, o Lo de Luca resto bar, tal el nombre oficial, también se acercaron distintas personalidades bastantes alejadas del espíritu libertario de Prodan. Las caras conchetas de las que hablaba en “La rubia tarada” se multiplicaban por doquier y cholulos de turno deambulaban por los ambientes de la vieja casona mientras degustaban el catering servido para la ocasión. Claro que no faltó gente cercana al rock como Pipo Cipolatti, Walas de Massacre y Sergio Dawi, ex Redondos, aunque por momentos, en el contexto, los raros parecían ellos.
Sin embargo, es muy valorable el esfuerzo y dedicación que pusieron los chicos que alquilaron la casa, sacándola de un abandono casi irreversible y con la estructura a punto de derrumbarse. Un esfuerzo que más allá de lo económico, implicó una lucha por la preservación de un lugar histórico (no hay que perder de vista que la casa es una de las más antiguas de la ciudad) y que si no fuera por la iniciativa de estos particulares, probablemente allí no quedaría nada en pie o estaría convertido en el “Shopping Bicentenario”.
A diferencia de lo que pasaba en el interior del ex conventillo, sobre la calle Alsina la situación era completamente diferente; cientos de chicos iban y venían con botellas de cerveza (y ginebra, claro) mientras cantaban viejos clásicos de Sumo que sonaban por los parlantes. La celebración no era casual ya que el lunes el pelado hubiera cumplido 57 años. Cuando la tarde dio paso a la noche, la música en vivo comenzó a sonar primero de la mano de la tanguera Carla Algeri y luego continuó con el rock de El Búfalo. Pero el plato principal fue la presentación de Ismael Sokol (hijo del recordado ex cantante de Las Pelotas) y su grupo La Propina que luego le dio paso a Romapagana, la banda de Andrea Prodan, hermano de Luca. Ambas agrupaciones aportaron buenas dosis de rock: La Propina sorprendió por su contundencia y Rompagana por su esencia inglesa setentista que por momentos transportó a los presentes al Londres que curtió el mismo Luca. Obviamente no faltaron temas de Sumo como “Mejor no hablar de ciertas cosas” y “Fuck you”.
Sin embargo, es muy valorable el esfuerzo y dedicación que pusieron los chicos que alquilaron la casa, sacándola de un abandono casi irreversible y con la estructura a punto de derrumbarse. Un esfuerzo que más allá de lo económico, implicó una lucha por la preservación de un lugar histórico (no hay que perder de vista que la casa es una de las más antiguas de la ciudad) y que si no fuera por la iniciativa de estos particulares, probablemente allí no quedaría nada en pie o estaría convertido en el “Shopping Bicentenario”.
A diferencia de lo que pasaba en el interior del ex conventillo, sobre la calle Alsina la situación era completamente diferente; cientos de chicos iban y venían con botellas de cerveza (y ginebra, claro) mientras cantaban viejos clásicos de Sumo que sonaban por los parlantes. La celebración no era casual ya que el lunes el pelado hubiera cumplido 57 años. Cuando la tarde dio paso a la noche, la música en vivo comenzó a sonar primero de la mano de la tanguera Carla Algeri y luego continuó con el rock de El Búfalo. Pero el plato principal fue la presentación de Ismael Sokol (hijo del recordado ex cantante de Las Pelotas) y su grupo La Propina que luego le dio paso a Romapagana, la banda de Andrea Prodan, hermano de Luca. Ambas agrupaciones aportaron buenas dosis de rock: La Propina sorprendió por su contundencia y Rompagana por su esencia inglesa setentista que por momentos transportó a los presentes al Londres que curtió el mismo Luca. Obviamente no faltaron temas de Sumo como “Mejor no hablar de ciertas cosas” y “Fuck you”.
En un país caracterizado por la poca valorización de sus edificios históricos, que la casa de Luca Prodan vaya a convertirse en un espacio cultural es una buena noticia. Esperemos que sea un proyecto duradero y que la foto de los políticos PRO homenajeando a Luca no haya sido una mera fachada para que mañana la línea 29 cambie su recorrido y pase por encima de la casa.
Christian Alliana para www.elbondi.com
Fotógrafo: Beto Landoni
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