Fuera del tiempo
Edelmiro Molinari se presentó en El Condado para recordar viejas épocas y dejar en claro por qué es una pieza fundamental dentro del rock argentino.
Después de un fin de semana en donde la lluvia hizo estragos, el guitarrista Edelmiro Molinari llegó con su oportuno disco “Expreso de Agua Santa” (2006) hasta El Condado de la calle Niceto Vega para deleitar a todos los presentes con su rock inclaudicable. El show comenzó de manera mística con “Hace casi dos mil años”, “Cosas rústicas” y “Larga vida al sol”, todos clásicos de Color Humano, legendaria banda de principios de los setenta que Edelmiro reflotará en el 2009 con nueva formación.
En esta ocasión, el ex Almendra estuvo secundado por el histórico bajista Rinaldo Rafanelli y el gran baterista Sebastián Peyceré (ex Dulces 16), quien precisamente reemplazará al recordado Oscar Moro en el nuevo Color Humano. Y si bien el año que viene será la presentación oficial del trío, este recital en El Condado sirvió para ir calentando motores y desempolvar la vieja máquina. Sin embargo, no faltaron los temas de “Expreso de Agua Santa”, la última producción discográfica de Molinari, editada hace tres años luego de un autoexilio de más de una dos décadas en las que el guitarrista se dio el gusto de tocar por Estados Unidos con diversos músicos.
Así fueron pasando “Amantes solitarios”, “Atemporal” y “Teta de amor” mezcladas con nuevas versiones de clásicos de Almendra como “Mestizo”, “A estos hombres tristes” y “Color Humano”, todas grandes canciones de la banda también integrada por el bajista Emilio Del Guercio, quien siguió el show atentamente desde su asiento. A pesar de que la noche se desarrolló en un clima distendido y de alto vuelo musical, los espacios entre tema y tema hicieron que por momentos la impaciencia se hiciera sentir en los espectadores.
El recital contó con algunas perlitas como “Adonde está la libertad”, dedicada obviamente a Pappo, y “El vuelo 144”, de “Edelmiro y la Galletita” (1983), el primer disco solista del barbudo guitarrista, en donde toca un, por ese entonces, ignoto Skay Beilinson y que hoy es una pieza preciada para los coleccionistas ricoteros. El final fue a todo trapo con Rinaldo Rafanelli y Sebastián Peyceré luciéndose en sendos solos y el trío rockeando a full en “Mañana por la noche”.
En esta ocasión, el ex Almendra estuvo secundado por el histórico bajista Rinaldo Rafanelli y el gran baterista Sebastián Peyceré (ex Dulces 16), quien precisamente reemplazará al recordado Oscar Moro en el nuevo Color Humano. Y si bien el año que viene será la presentación oficial del trío, este recital en El Condado sirvió para ir calentando motores y desempolvar la vieja máquina. Sin embargo, no faltaron los temas de “Expreso de Agua Santa”, la última producción discográfica de Molinari, editada hace tres años luego de un autoexilio de más de una dos décadas en las que el guitarrista se dio el gusto de tocar por Estados Unidos con diversos músicos.
Así fueron pasando “Amantes solitarios”, “Atemporal” y “Teta de amor” mezcladas con nuevas versiones de clásicos de Almendra como “Mestizo”, “A estos hombres tristes” y “Color Humano”, todas grandes canciones de la banda también integrada por el bajista Emilio Del Guercio, quien siguió el show atentamente desde su asiento. A pesar de que la noche se desarrolló en un clima distendido y de alto vuelo musical, los espacios entre tema y tema hicieron que por momentos la impaciencia se hiciera sentir en los espectadores.
El recital contó con algunas perlitas como “Adonde está la libertad”, dedicada obviamente a Pappo, y “El vuelo 144”, de “Edelmiro y la Galletita” (1983), el primer disco solista del barbudo guitarrista, en donde toca un, por ese entonces, ignoto Skay Beilinson y que hoy es una pieza preciada para los coleccionistas ricoteros. El final fue a todo trapo con Rinaldo Rafanelli y Sebastián Peyceré luciéndose en sendos solos y el trío rockeando a full en “Mañana por la noche”.
En un show colmado de misticismo, recuerdos y calidad, Edelmiro Molinari deleitó al público durante más de una hora y dejó el terreno fértil para el regreso de una banda legendaria de nuestro rock, Color Humano.
Christian Alliana para www.elbondi.com
Fotógrafo: Beto Landoni
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