En el año 2006 una banda de zona Norte se decidió a patear las estructuras del rock and roll y editó tres discos en un período de seis meses. Nada de compilados ni registros en vivo, no, la apuesta fue fuerte y el material estuvo compuesto por temas completamente nuevos. No existen antecedentes de semejante atrevimiento y Blues Motel llevó a fondo la cuestión girando por Capital y el Gran Buenos Aires en incontables ocasiones para mostrar su arriesgada jugada. Dos años después de esa trilogía, el grupo ya está cerrando esa etapa pero no se olvida de su público, al que convocó en dos fechas en La Trastienda.
“Mira mis dientes” dio el puntapié inicial en el recital del viernes con una base bien blusera en donde se lució la armónica del cantante Gaba Díaz quien luego agitó la pandereta para dar comienzo a “Tu máscara”. Un poco de country llegó con la eléctrica “Voy subiendo”, que a esta altura es un clásico e incluso parece superar a la versión acústica que grabaron en estudio.
El primer lento se escuchó con “Salto al barro” en donde el teclado de Sebastián Voyajtides le imprimió una delicadeza admirable a un temazo de “Desde el árbol” (2006). En una demostración más de que Blues Motel no es sólo una banda con influencias de los Rolling Stones, “El nómade” tuvo sus momentos floydianos, dignos de la mística de Waters y compañía, que fueron reconocidos por el público por intermedio de numerosos aplausos.
Luego de este comienzo tranquilo, promediando el séptimo tema la temperatura empezó a subir gracias a una catarata de rocanroles que levantaron el agite de la gente. Así fueron pasando “Es un círculo”, “Mira como estás” y “Está bien” pero la mayor sorpresa llegó cuando se subieron a escena Facundo Soto (voz) y Gonzalo (guitarra acústica) de Guasones para dos clásicos de la primera época: “Me podrías levantar” y “Rock and roll en la carretera”. Sin dudas, este hecho significó un merecido reconocimiento para Blues Motel de parte de aquéllos que crecieron escuchándolos y que hoy tienen una banda con mayor éxito comercial que los de Zona Norte.
Acto seguido, se hizo escuchar el “reggae cuyano” de “No hace falta”, con la participación del Chino Sena en trompeta, y el guitarrista Adrián Herrera puso su voz en “Ahí”, una de las mejores canciones de la noche. “Ángel”, “Dame magia” y “Blues Motel” (con Facundo Soto nuevamente en el escenario) formaron un trío a puro rock que hizo mover a todos los presentes en La Trastienda.
El final se fue acercando primero con “Como un perro” y “Con vos”, en donde el violero Nacho Piedrabuena (cada vez más parecido físicamente a Jim Morrison) y el bajista Ariel Herrera junto al baterista Rafael Gildenberger sostuvieron rítmicamente al resto del grupo. Ahora sí, todo concluía al fin con la bella “La mañana después” y el cover stone “Child of the moon” que se enganchó con el riff ultracoreado de “Brujos”.
Blues Motel se presentó como ya es costumbre en La Trastienda ante una buena cantidad de público para ir despidiéndose de los tres discos editados en 2006 y focalizarse en la grabación de un nuevo álbum presto a salir en la segunda mitad del año. Como siempre, la banda brindó un excelente recital que no defraudó a nadie.
Fotógrafo: Beto Landoni
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