Histeria Química
Durante todo el viernes la ciudad de Buenos Aires se vio cercada por un cielo gris y la lluvia se hizo presente con gran intensidad. Sin dudas este panorama sombrío pareció caer como anillo al dedo para el debut en nuestro país de My Chemical Romance, una de las bandas más nombradas de esta década.
Los encargados de amenizar la espera fueron Vados e Infierno 18. Éstos últimos actuaron bajo un gran temporal pero aún así por espacio de medio hora pudieron mostrar algo de su punk rock con tintes melódicos y ganarse varios aplausos de parte de los adolescentes que esperaban a MCR.
Pasadas las nueve y media de la noche, los estadounidenses pisaron el escenario del Estadio de Ferro y con una escenografía muy sobria con el nombre de la banda, comenzaron a presentar su último trabajo, “”The Black Parade” (2006). Desde el arranque, los gritos por parte de las chicas ante cada gesto o palabra del cantante Gerard Way fueron ensordecedores y el frontman respondía con intentos de hablar en castellano aunque recurría continuamente a pronunciar la palabra “mierda” o caía en la demagogia de hablar bien del país de turno.
A medida que fueron pasando los temas, el sonido se fue acomodando y los de New Yersey pudieron desplegar su potencia. El punk rock melódico y letras tristes fueron conformando la propuesta de My Chemical Romance durante toda la noche. Pasaron canciones como “Mama” (con un interesante trabajo de guitarras a contrapunto y un potente estribillo), “Welcome to the Black Parade” (con la gente cantando a capella) y “I don´t love you” (con un teclado inicial a lo Keane), todas del último trabajo, que conformaron el núcleo de la primera parte.
A diferencia del tour con el que recorrieron Europa y América del Norte, para sus paradas latinoamericanas los MCR no trajeron ni la puesta en escena que incluía elementos teatrales y pirotecnia ni tampoco presentaron el último disco en orden. Sin embargo, poco de esto les importó a los adolescentes que se acercaron a Ferro, quienes se lamentaron más por la ausencia del guitarrista Frank Iero que por la propuesta visual. A su vez, varios fans también la pasaron mal cuando llegaron del otro lado del vallado como consecuencia del pogo y fueron maltratados por la gente de seguridad. Una actitud inexplicable que lamentablemente se repite cada tanto.
Para el final del concierto, quedaron temas acústicos como “Desert song”, el rocanrol “Teenagers”, que fue de los más festejados, y el hit “Helena” con el cual la banda se despidió de su público y dejó a muchos de sus fans llorando como toda la noche por la emoción de ver a su banda favorita.
Christian Alliana para www.elbondi.com
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