Enganchate Sanchez
El último sábado el sótano-bar del BAUEN se presentaba cálido en contraste con el frío de la calle. Lentamente el lugar se fue poblando hasta que una buena cantidad de gente se hizo presente para ver el recital de El Ojo de Sanchez, banda encargada de abrir la noche otoñal.
Sin embargo, y empezando por el final, Cautiva comenzó el show con “Seda” en donde el gran atractivo fue el Sitar que obviamente ambientó el lugar de sonidos orientales y una calma similar a la de un pacifista dormido. Un gran hallazgo que captó inmediatamente la atención del público.
Quienes no conocían a la banda, se esperaban una onda más parecida a este primer tema. Sin embargo, con el correr del tiempo y de la música, Cautiva desarrolló distintos matices como el rock, el pop y un estilo cancionero que tuvo su auge en “Vive”, que podría tranquilamente ser el corte de difusión de su doble disco debut (Mambo de Turista y Siguiendo la corriente del niño, 2006).
Temas tranquilos como “Fui y volví” o “Adivina” (con aires tangueros) se alternaron con el rock rapidito de “NMQM” y con el nuevo “Se cierra”.
La banda integrada por Luciano en bajo, Cristhian en batería, José en guitarra y Mercedes en voz, cerró con “Suave Malicia” un show prolijo y su público los despidió con una gran calidez.
El rock duro de “Versace” fue lo primero en sonar y las guitarras del vocalista Feli Guntern y de Pape Fioravanti se escucharon bien fuerte. El Ojo de Sánchez estaba en escena.
En “Almuertos” el público le puso voz al denominado coro “anti-odio” acompañando al cantante y haciendo contrapunto con las voces del resto de la banda.
El pop rock volvió con “Atado” y las guitarras a lo Franz Ferdinand se hicieron sentir en todo el recinto. Las influencias de Alex Kapranos y compañía quedaron en evidencia pero sin gusto a plagio.
Los sonidos disparados desde el teclado de Clau Menne adornaron el medio tiempo de “Mi sol” donde Feli se calzó la acústica para darle un toque más de sensibilidad al tema.
La canción que le da nombre al disco (“Podes”) le caería a la perfección a Leo García y su voz ambivalente, pero temas como “Ahorcado”, con sus sonidos tétricos-electrónicos similares a los de jueguitos viejos de Family game o Atari, ya serían demasiado para el muchacho de la ceja cortada.
Luego de un arranque fallido a causa de una nota disminuida olvidada, “Sancho” apareció con su historia quijotesca y la promesa de chocar contra los molinos de viento.
El público a esta altura seguía el show sin gran entusiasmo pero prestando atención a esta banda que contó con Esteban “Pichu” Serniotti de Cabezones en la producción de su primer disco.
Para aquellos que todavía no salían de la modorra post siesta de sábado, llegó una sección muy interesante que fue de lo mejor de la noche. Primero sonó el pop bien inglés de “Frasco” con una introducción de bajo a cargo de Alvar Cordero a la cual se le pegó “¿Cómo llegué?” que alternó grandes momentos de calma y explosión. Sin dudas, estos dos temas fueron una gran dupla musical llevándose los aplausos de todos.
Pasada “Me fui”, llegaron para el final “Serpiente” y “Fan fan” que también sonaron enganchadas pero con ritmo casi punk y un despliegue de adrenalina por parte de todos destacándose Petra Castiglia quien castigó duro a su bata.
Así llegó el cierre para El Ojo de Sanchez. Una banda que parece encajar mejor dentro del pop rock que del rock a secas y que tiene en el aporte del tecladista un gran sostén para que las dos violas desparramen dosis de energía y tranquilidad en igual proporción.
Cautiva y El Ojo de Sanchez pasaron por el sótano del BAUEN brindando dos recitales bien diferenciados entre sí y permitiendo que el público se alimentara de dos bandas bien under que tienen lo suyo para dar.
Christian Alliana para www.elbondi.com
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