Una especie inclasificable
En algún momento de la historia del rock en nuestro país, Cemento representaba el primer escalón hacia la popularidad. Hoy, en esta etapa post Cromañón, y con el mítico local de San Telmo cerrado, llegar a The Roxy es tomado como el paso a un crecimiento importante. Así lo entendieron los integrantes de San Camaleón que el domingo pasado se presentaron en el boliche de Colegiales para mostrar su nuevo material.
El recital arrancó con “En el aire” pero el sonido no ayudó ya que el volumen estaba un poco bajo. Sin embargo, en “Contra todos los molinos” la cosa se fue poniendo más potente y “La extraña mente de un Pony” sonó bien rockera como para que la gente se sacudiera la modorra del domingo por la noche.
Desde siempre, San Camaleón se caracterizó por ser una banda difícil de encasillar. Pueden pasar por distintos géneros sin perder el rumbo y salir bien parados de esas excursiones. Una buena prueba de esto es la cumbia “Baila mi vida”, que hizo mover el esqueleto hasta a los más amargos; también “Si te vas”, una especie de reggae en donde la trompeta de Facu brillo por sobre el tema.
La primer parte del show pasó rápidamente y los músicos se retiraron del escenario dejando un video para que el público se entretenga durante el intervalo. A su regreso, el cantante Federico Cabral se plantó sólo con su acústica y dio vida a una canción muy linda llamada “Mutante”. El segmento íntimo siguió con toda la banda en escena tocando “Volvió”, “Mi chica peruana” y la mística y oscura “Iggy Pop de San Telmo”, en la que todos se lucieron con sus respectivos instrumentos. Para colaborar en estos temas subió Gerardo Farez, actual baterista de Iván Noble, que en esta ocasión dio una mano desde los teclados.
Durante toda la noche el encargado de la percusión, Román Montanaro, tuvo una destacada labor que llegó a su punto máximo en “Adiós”, una de las canciones más cantadas por la gente. Es que la historia medio psicodélica de la zanahoria que se va y deja sólo al protagonista de la canción ya es un clásico en los shows de Sanca y no podía estar ausente de una fecha tan importante como esta.
En la presentación de Polenta (2007) tampoco podía faltar la gente de Karamelo Santo, que en esta oportunidad estuvo representada por el saxofonista Pablo Clavijo, quien subió para “No te detengas” y sobre el final del mismo la rompió junto con el baterista Nicolás Moauro y el bajista Juany de Abreu.
Lamentablemente, uno de los productores del disco, Goy Ogalde, no pudo decir presente pero la gente igual lo recordó con aplausos. El que sí se dio una vuelta por Colegiales fue el otro productor, Charlie Desidney, quien sumó su viola en “Esa melodía” y se acopló muy bien con el guitarrista Diego Fares, ganándose el respeto de los presentes.
Sobre el final del show hubo ritmos de todo tipo: una especie de zamba medio rockera en “Sambódromo”, un rockazo como “La Patada” y una mezcla de heavy y cumbia en “El camino”. El cierre quedó en manos de “Corso narcotizado” en donde el heterogéneo público (hubo desde adolescentes hasta mujeres maduras) movió sus pies y despidió a la banda con una gran ovación.
Hace poco el cantante Federico Cabral definió a San Camaleón como un “Patricio Rey corrupto”. En esa declaración, la parte ricotera se podría poner en duda pero lo que es cierto es que Sanca guarda cierta “corrupción” musical, una deformidad que atraviesa varios géneros y la convierte en una banda difícil de encasillar. Quizás eso es lo que llevó a una buena cantidad de público a presenciar la presentación del último material del grupo, Polenta, el pasado domingo en The Roxy.
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