Cuesta encontrar entre las bandas nuevas, alguna que sobresalga del resto y que esto no sea por cuestiones de marketing o escándalos. Ante tanto panorama mediocre, donde abundan los clones rockeros sin personalidad propia, cuando alguien encuentra algo diferente lo primero que quiere hacer es contárselo a otro. Bueno, Los Megahertz son uno de esos grupos distintos y aquí te contamos todo sobre su presentación en El Diabliyo.
El show arrancó con “En el inicio” y ya desde el comienzo la propuesta de los cambios de tempo quedó en evidencia. Seguido a esto los punteos de viola de Marcos Rodríguez Gurpegui anunciaron la llegada de “El delirio” y un estribillo algo pegadizo que se metió rápidamente en la gente.
El tercero en sonar fue “Epitafio” con una introducción con sabor a guitarra española, pero que en el puente se puso algo más heavy. No obstante, como es costumbre en sus temas, de la parte rápida se pasó a una más lenta en la que el bajo y la batería adquirieron un poco más de protagonismo para luego volver a imprimirle más power al tema.
Un clima de película de terror dio comienzo a “Orión” y una densa sensación se apoderó del aire. Pero la semi balada dejó paso al rock en la parte principal y nuevamente la viola de Marcos dio cátedra de potencia desatando el pogo de la gente. Mientras tanto, el cantante Matthias Kotto entraba en trance dejándose llevar por la música y balanceándose de un lado al otro del escenario.
Una introducción made in Santana fue la que trajo a “La Hiedra”, de lo mejor del show, en la que la batería de Santiago Liñares Pereira y el bajo de Daniel Correa le imprimieron mucho swing al tema con muestras de técnica y habilidad. A su vez, la guitarra de Rodríguez coqueteó con el rock latino y los efectos sonoros rellenaron el ambiente. “Tú me enredaste como una hiedra”, repitió una y otra vez David Albin-Azim desde los coros, apoyando muy bien la voz del cantante principal.
En esta ocasión, Los Megahertz continuaron con la presentación de su primer EP, Consumatum est (2007), pero también aprovecharon la ocasión para mostrar temas nuevos como “Autopsia”. El suave comienzo del mismo fue mutando lentamente para luego ponerse un poco más rápido aunque sin llegar al otro extremo permitiendo que cada instrumento se apreciara en su plenitud. Un buen tema en donde el cantante Matthias Kotto jugó de a ratos a ser Roger Daltrey (The Who), agarrando el micrófono de un lado al otro a través del cable o simplemente colgándoselo alrededor del cuello.
Para el final, como no podía ser de otra manera, quedó la canción que da nombre al EP: “En el final (consumatum est)”. Los arpegios provenientes de la viola de Rodríguez introdujeron de a poco al tema para luego darle paso a un sonido cercano a Iron Maiden que nuevamente desató el pogo del público. De esta manera concluyó el show, con una buena aceptación de la gente que se encontró con una propuesta diferente a casi todas.
Los Megahertz dieron muestras de que es posible salir de los sonidos que están de moda en el rock argentino y que sólo es cuestión de explorar otros caminos. Aunque quizás pequen de tener temas muy largos, algo que les dificultará el rumbo a la difusión, es saludable que se arriesguen a sonidos no convencionales. Sin dudas, un ejemplo a imitar.
Fotógrafo: Soledad Sanabria
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