Brujos del buen rock
En un año que los llevó a tocar por gran parte del circuito rockero, Blues Motel llegó a La Trastienda con ganas de festejar el crecimiento y el reconocimiento que se han ganado a base de sacrificio y calidad.
En esta ocasión el show abrió con “Zapatos”, un viejo tema de Un tajo en la oreja (1998), quizás el disco más criticado de su trayectoria. Sin embargo, los fans de la primera hora recibieron este guiño con algarabía y desataron la habitual fiesta que se vive cada vez que se presentan los de Zona Norte.
Luego de haber editado tres discos en 2006, la banda se dedicó a difundir el triple material por todos lados y, sin dudas, esa sana exposición repercutió en la gente ya que “Es un circulo” de a poco se va colgando el cartelito de clásico en los shows. Siguiendo con sus últimos discos, también sonaron temas que no son habituales como la hermosa “Atardecer” y la delicada “Destierro” y se mezclaron con “Una noche más”, “Mira cómo estás” y “Voy subiendo”, que ya arrastran más tiempo en las rutas.
En la noche del viernes hubo, como siempre, lugar para los covers que, en esta ocasión, llegaron de la mano de “Street fighting man” de los Stones y “I´m only sleeping” (Beatles) en versión reggae tal cual fuera grabada para el Álbum Verde (2006). Una buena manera de combinar sus influencias con el agregado de saber aportar su propia personalidad musical.
En “Tus minis”, el guitarrista Adrián Herrera peló una Gibson Les Paul de doble mango que cautivó a los presentes y por largos minutos fue el centro de atención de la noche. Claro que el cantante Gaba Díaz no se quedó atrás y dejó ver todo su histrionismo moviéndose y bailando por todo el escenario. Con un gran sentido del humor, el frontman de Blues Motel arengó a la gente y hasta entonó las estrofas de “El Oso” de Moris dentro de “Salto al barro”.
El trabajo del resto de la banda es notable y ajustado, cada uno a su manera sabe muy bien el papel que le toca y lo cumple con creces. Rafa Gildenberger alienta desde atrás de los parches; Ariel Herrera apoya desde los graves; el Perro Voyatjides imprime sutilezas con su teclado y, la última incorporación del equipo, Nacho Piedrabuena, acompaña muy bien desde la segunda guitarra.
La última parte del show en La Trastienda rompió el molde de la formalidad y la banda tocó los temas que el público le pedía a través de sus cantitos. Así fue que llegaron nuevos y viejos clásicos como “Con vos”, “Hojas vacías”, “Estrella country” y “La mañana después”, todas obviamente más que festejadas.
Blues Motel volvió a presentarse en Capital Federal y demostró una vez más por qué es considerada una de las mejores bandas del circuito rockero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario