Rock, sudor y lágrimas
El sábado 6 de Octubre no fue una fecha más para La Cásual. Es que la presentación de su ópera prima generó muchas expectativas y la banda estaba ansiosa por mostrar en vivo a su reciente hijo musical.
Cerca de las diez y media de la noche, un breve instrumental dio comienzo al show y la gente se amontó en todo el recinto para darle vida a ese ritual particular que se hace carne en cada actuación de la banda. Inmediatamente, “El look de la facultad” y “Si te he visto” echaron a rodar el más puro rock con las violas bien presentes y la batería golpeando duro.
El primer saludo llegó cuando el cantante Elemi, notablemente emocionado, dijo: “Estamos muy contentos con el disco y su repercusión”. Obviamente, llovieron los aplausos y los gritos de apoyo a la banda, antes de que comenzaran a sonar las potentes “Buscando motivos” y “Sinesteciada alma”. Pero como en el under no todo sale bien, el equipo de bajo comenzó a traer algunos problemas sin que esto impidiera que la música parara de sonar. Es que mientras las dificultades eran resueltas, Rulo dejó alma y vida en la bata mandándose con un mini solo que dejó sorprendido a más de uno.
Más allá de presentar su primer material, la banda se dio el gusto de tocar temas que no están incluidos en el mismo. “Derramando vida” fue la primera de las “excluidas” en ganar protagonismo y power ya que los vientos invitados le aportaron un matiz más que interesante. Y para continuar con la dosis de nostalgia, subió al escenario el primer bajista de La Casual, Nani, quien tuvo una destacada labor en un viejo tema y se fue más que feliz por haber compartido nuevamente un rato de rock junto a sus ex compañeros.
Para colmo, varios integrantes de bandas amigas dieron su apoyo y así se pudo ver a gente de Nagual, Cielofinal, No tan distintos y Antonio Gil brindándole una mano a los casualeros.
La primer parte del show llegó a su fin de la mano del ya clásico cover de Vox Dei, “Las guerras”. Con la armónica de Hernán bien al frente y el apoyo del Gitano en saxo, esta versión incluyó algunas estrofas de “Paja Brava” de La Renga y dio paso a un merecido descanso de quince minutos. Pero tan rápido pasó el intervalo que, cuando la mayoría de la gente todavía estaba reponiéndose de tanta adrenalina, “Brillan corazones” comenzó a sonar y desató nuevamente la fiesta.
El Sanjua prendió fuego su guitarra con un poderoso solo en “Namis” y desató un baile bien rocanrolero en todo el sótano de Unione. Las risas de Otto (bajo) y el Nene (guitarra) demostraban la felicidad generalizada en el ambiente decorado con el logo del grupo.
La recta final tuvo de todo: un corrido mexicano-rockero al estilo “Cielito lindo”, la rápida y furiosa “Se te pasa” y la ultra festejada “Acorralado”. La emoción que embargaba a los músicos a esa altura ya no se podía disimular y algunas lágrimas caían como producto de los nervios. Pese a esto, nada pudo opacar la fiesta provocada por el tema que le da nombre al disco, “Realidad Casual”, seguida por “Enemigo mío” que le puso el broche de oro a un buen recital que tuvo al rock como estandarte.
Tras casi cinco años de trabajo a pulmón, La Casual logró grabar su disco debut en su sala y presentarlo en una fecha propia plagada de emociones y buen rock and roll. Una muestra de que muchas veces, pelearla vale la pena.
Christian Alliana para www.elbondi.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario