En su primer recital del año en Capital y media hora después de lo pautado, Blues Motel arrancó el show con “Mira como estás”. Inmediatamente llegó el saludo de Gaba Díaz (voz y armónica) y la gente devolvió la gentileza con aplausos.
Pegada sonó bien rockera esa historia casi orgiástica que es “Cosa de a tres” en donde apareció por primera vez el slide en la guitarra de Adrián Herrera. “Es sólo una noche más y está bien” cantó el público en “Está bien” a la cual le siguió “Es un circulo”. Así empezó el recital, con cuatro temas de sus tres últimos discos, todos editados el año pasado (Golpea, En la casa de piedra y Desde el árbol).
Esta ocasión se trataba de algo especial ya que volvía a la banda luego de más de un año y medio, Andrés “El Chancho” Casasco (Guitarra). Para recordar viejas épocas, Gaba dedicó a la gente, “Es hora de volverlo a hacer” del ya clásico Mientras las guitarras suenen (1995). Fue la primera emoción de la noche y el órgano de “El Perro” Voyajtides le imprimió un sello melancólico al tema.
Y si de viejas canciones hablamos, se despacharon con una versión de un temazo de los Stones, “Sway”. Los coros del bajista Ariel Herrera encajaron perfecto y Rafa Gildenberger le imprimió el ritmo justo con su batería. Si hay algo destacable en Blues Motel es que cuando tocan temas de Jagger y compañía, mantienen un sonido propio y no se transforman en burdos imitadores, algo no muy común en estos tiempos que corren. Así fue que a las “Puertas por cruzar” (con esos agudos hipnóticos en la voz de Gaba) se le pegó otro clásico stone como “2000 light years from home”.
Luego de “Sin saber que hacer” y “No robes más”, Gabriel Díaz se dedicó a presentar a la banda, donde “El Chancho” se llevó obviamente los mayores aplausos. A continuación llegaron dos furiosos rocanroles: “Arde” acompañado de un gran pogo y “Mañana Dios dirá” en la voz de Adrián.
La parte blusera de la banda dijo presente en otro viejo tema, “No me puedo quedar” al que en el final se le colaron pequeñas estrofas de “She´s so heavy” de The Beatles. Inmediatamente sonó “Esperando morder” y una que estaba fuera de lista, “Blues Motel”, que desató el segundo gran pogo de la noche del iniciado sábado. La imagen de Gaba revolcado en el piso fue una muestra de lo que entregó el tema y la gente.
Para despedirse antes de los bises, nada mejor que “Angel”, un rockazo que estremeció a toda La Trastienda que pareció temblar. La versión de estudio no se puede comparar para nada con lo que este tema genera en vivo.
Diecinueve canciones habían pasado hasta el momento y el clima seguía subiendo. La gente quería más y la banda estaba afiladísima. Más allá de tocar hace muchos años juntos, se nota que están en un gran momento, muy unidos y disfrutando de lo que hacen.
Al volver luego de algunos minutos de intervalo, “Brujos” sería la primera en sonar. Ya sin dudas convertido en clásico, el tema que cierra ese gran disco que es Malbec (2001) eriza realmente la piel y estremece a todos.
“El Perro” se haría cargo de la voz principal en la muy bonita “Bajo la ciudad”. El tecladista estaría a la altura de las circunstancias y cumpliría muy bien su papel de frontman. Le seguiría “Dame magia” con los bailes estrafalarios de Gaba. Pero el tiempo es tirano no sólo en la televisión sino también en el rock.
El final llegaría con “Nunca pararé” y la frase-sentencia: “En el escenario todo es rock and roll”. Y Blues Motel eso lo sabe mejor que nadie.
La banda de Zona Norte tocó por primera vez en el año en territorio porteño y dejó muy en claro que no sólo son una “banda de culto” sino que están muy vivos y coleando. La hazaña de sacar tres discos de manera independiente en 2006 los volvió a depositar en el centro de las miradas. Y ellos no defraudan y van por más, prometiendo otro disco para este 2007 ¿Qué más se les puede pedir?
Christian Alliana para www.elbondi.comFotografo: Beto Landoni
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