Grabado y mezclado en la sala de ensayo de la banda, Realidad casual cuenta con algunos altibajos en lo que se refiere a sonido. En varios pasajes, el volumen de los instrumentos se encuentra en un nivel desparejo y esto juega en contra a la hora de lograr que los temas rindan debidamente.
Sin embargo, y más allá de estas cuestiones técnicas, el disco tiene puntos altos como “Fuera del tiempo”, una especie de bossa nova bien sostenida rítmicamente por el bajo de Nani y la batería de Rulo. Pero sin dudas es el rock and roll el que domina este debut y esto queda bien remarcado en “Namis”, que también está a la cabeza de los mejores temas del álbum.
En el tema que da nombre al material, Leo de No tan distintos suma su voz en una bonita balada y el saxo aporta buenas melodías. El trabajo de las dos violas comandadas por el Sanjua y el Nene cobra importancia en “Se te pasa la vida” y le imprime la fuerza característica de la banda aunque sin llegar a la potencia que desarrolla la banda en vivo.
La rubia tarada a la que alguna vez le cantó Luca Prodan, ahora está representada en el ambiente estudiantil por medio de “El look de la facultad”, una especie de funk con el saxo del Gitano muy presente. A su vez, el cantante Elemi hace un llamado a la unión en “Sueños de cristal”, donde su voz desgarra: “olvidate de las banderas, olvidate de la pasión, porque aunque no nos guste a muchos, la sangre tiene todas el mismo color”.
El arte de tapa es bastante sobrio, identificado con el logo de la banda y el librito contiene la letra de los temas con dibujos representativos. Este debut discográfico seguramente será recordado con cariño por la banda, no tanto por la calidad sonora sino por lo que cuesta llegar al primer álbum.
Realidad Casual tiene como rasgo distintivo la supremacía de las guitarras y, pese a las desventajas técnicas de la grabación, entrega doce buenos temas con el rock a la cabeza.
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